Estos raviolis de calabacín son una de esas recetas que sorprenden por lo monos que quedan y por lo fáciles que son de preparar. A mí me encantan como acompañamiento, pero si quieres convertirlos en un plato completo puedes añadir cualquier proteína al relleno: pollo, pavo, atún, soja texturizada…

Lo mejor es que son muy ligeros, están llenos de verduras, la mezcla de espinacas con ricotta y cottage queda súper cremosa, y además puedes congelarlos una vez hechos sin que pierdan textura.
Para esta receta solo vas a necesitar unos pocos ingredientes muy básicos: calabacín para hacer las láminas, cebolla y ajo para dar sabor al salteado, una buena cantidad de espinacas, ajo en polvo, ricotta y cottage para conseguir un relleno cremoso, tomate triturado como base y un toque de mozzarella por encima para gratinar.
Para prepararlos, empezamos laminando los calabacines. La mandolina es la forma más rápida de conseguir láminas finas y todas del mismo grosor, pero también puedes usar un pelador si los calabacines son pequeños, o un cuchillo bien afilado.

Mientras tanto, calentamos un chorrito de aceite en una sartén y salteamos la cebolla picada junto con los dientes de ajo hasta que estén tiernos y empiecen a coger un poco de color. En cuanto estén listos, añadimos las espinacas. Si son congeladas, solo necesitamos esperar a que se descongelen y suelten el exceso de agua; si son frescas, tardarán un poquito menos.

Cuando las espinacas estén cocinadas y ya no quede agua en la sartén, añadimos nuestras especias y preparamos el relleno. El queso cottage conviene triturarlo un momento para que quede suave; la ricotta se puede añadir tal cual. Mezclamos ambos quesos con las espinacas hasta obtener una mezcla cremosa y uniforme.

En una fuente apta para horno ponemos una base de tomate triturado (si quieres una salsa más densa y que no quede nada aguada, puedes cocinarla antes unos minutos para reducirla). Ya podemos montar los raviolis: hacemos una cruz usando dos tiras de calabacín, colocamos una cucharadita del relleno en el centro y cerramos doblando las tiras hacia dentro, formando un paquetito. Repetimos este proceso hasta terminar con todo el relleno.



Colocamos los raviolis encima, cubrimos con un poco de mozzarella rallada y llevamos al horno hasta que se fundan y queden ligeramente dorados.



Raviolis de calabacín con espinacas y ricotta
Ingredientes
- 2 calabacines
- ½ cucharadita de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- ½ cebolla grande
- 1 bolsa y media de espinacas congeladas o 2–3 bolsas si son frescas
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- Sal y pimienta al gusto
- 200 g de queso ricotta
- 200 g de queso cottage triturado previamente
- 2 latas de tomate triturado 400 g cada una
- 50 g de mozzarella rallada
- Opcional: proteína extra pollo, pavo, jamón, soja texturizada…
Instrucciones
- Laminar los calabacines: cortar los calabacines en láminas finas usando una mandolina, pelador o cuchillo.
- Preparar el sofrito: calentar el aceite en una sartén y saltear la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos.
- Incorporar las espinacas a la sartén y cocinar hasta que se evapore el agua.
- Añadir ajo en polvo, sal y pimienta.
- Triturar ligeramente el cottage y mezclarlo con la ricotta y las espinacas.
- Cubrir el fondo de dos fuentes de horno o una grande con una lata de tomate triturado en cada una.
- Montar los raviolis: colocar dos láminas de calabacín en forma de cruz, poner una cucharadita del relleno en el centro y cerrar formando un paquetito.
- Colocar los raviolis sobre el tomate.
- Añadir la mozzarella por encima.
- Hornear: 200 °C durante 20–25 minutos, hasta que el queso se derrita y el calabacín esté tierno.


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